Si bien ya se han dado a conocer algunos detalles sobre la nueva propuesta presupuestaria contemplada por la administración del presidente Joe Biden, parece que esta también incluye una medida que aplicaría directamente sobre el sector de la criptominería que opera en EE.UU, con un impuesto del 30%.
Impuestos al consumo de electricidad por criptominería
De acuerdo con información publicada por el medio New York Times, la administración del presidente Biden contempla asignar un impuesto del 30% sobre el consumo eléctrico empleado en las actividades de criptominería.
Al respecto, el corresponsal para la Casa Blanca por el New York Times, Jim Tankersley, escribió en una crónica de los anuncios lo siguiente:
Hay una nueva propuesta fiscal pequeña pero fascinante en el presupuesto: Un impuesto gradual del 30% sobre la electricidad utilizada en la minería de criptomonedas. Los funcionarios de la Casa Blanca dicen que la práctica, que usa mucha energía, está obstaculizando la transición hacia un futuro energético de bajas emisiones.
La medida aparentemente busca abordar las preocupaciones manifiestas por muchos reguladores y legisladores en relación a la operatividad de las criptomonedas, ya que estos han criticado en varias oportunidades el alto consumo eléctrico asociado a la minería de Bitcoin, así como las altas emisiones de carbono atribuibles a las operaciones de la industria.
Otras medidas que afectan a la industria cripto
Si bien uno de los ejes centrales puntualiza en aumentar los impuestos sobre las inversiones, el cual pasaría del 20% a casi un 40%, hay otras medida que apuntan directamente contra las operaciones con criptomonedas.
En un informe publicado en horas de la mañana se hizo referencia a una propuesta incluida dentro del plan presupuestario, la cual contempla cerrar la recolección de pérdidas fiscales en transacciones con monedas digitales. Dicha medida contempla anular una exención que permite a los inversionistas de criptomonedas vender activos con pérdidas para generar cierto ahorro fiscal, y posteriormente comprarlos de nuevo de forma inmediata.
Un ejemplo de esto último vendría a ser lo hecho a finales de 2022 por la empresa de software empresarial, MicroStrategy, la cual vendió aproximadamente 704 bitcoins por UDS $11,8 millones, para después invertir otros USD $42,8 millones y adquirir unos 2.395 bitcoins. Con ello la compañía generó un beneficio fiscal neto, ya que las pérdidas involucradas en la venta compensaron ganancias de capital previas.
Vale destacar que anular esta cláusula equipararía un poco el tratamiento que se da a las criptomonedas con el que aplica para el comercio de acciones y bonos. Dicha estrategia está prohibida en este último caso, en conformidad con las reglas actuales de venta ficticia.
Tengamos presente que con estas y otras medidas, la administración de Biden contempla en su plan presupuestario para 2024 reducir el déficit estadounidense en casi USD $3 billones durante la próxima década.
