Binance y la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) han presentado una moción conjunta para suspender temporalmente su litigio durante 60 días, con el objetivo de dar espacio a un grupo de trabajo de la SEC que está desarrollando un marco regulatorio claro para las criptomonedas.
La solicitud, presentada el lunes, sugiere que el trabajo del nuevo grupo de trabajo podría facilitar la resolución del caso y ayudar a que ambas partes lleguen a un acuerdo. Por ello, se ha acordado suspender la disputa mientras el grupo de trabajo avanza en sus tareas.
Detalles del caso y su historial
Este caso fue iniciado por la SEC en junio de 2023, acusando a Binance y a sus entidades afiliadas de operar plataformas no registradas y de ser intermediarios no autorizados para valores financieros, entre otros cargos. En junio de 2024, un juez federal desestimó parcialmente algunas acusaciones relacionadas con los programas BUSD de Binance y ventas de BNB, pero mantuvo otros cargos importantes.
La SEC, bajo el liderazgo de Gary Gensler, ha enfrentado críticas por su enfoque de «regulación por aplicación», es decir, aplicar normas ya existentes para sancionar a empresas de criptomonedas. El caso contra Binance se suma a otros litigios importantes contra plataformas como Ripple, Coinbase y Kraken, todos con acusaciones similares.
El cambio en la SEC y sus implicaciones
La reciente renuncia de Gensler, seguida por la elección de nuevos líderes en la SEC, ha sido vista como un cambio positivo para el sector cripto. El presidente interino de la SEC, Mark Uyeda, es conocido por su postura favorable hacia las criptomonedas, y se espera que este cambio en el liderazgo de la agencia influencie la dirección de las políticas regulatorias.
Además, se han implementado ajustes internos dentro de la SEC, como la reasignación de abogados clave de la unidad de cumplimiento de criptoactivos, lo que sugiere un enfoque más pragmático hacia las criptomonedas.
El grupo de trabajo dirigido por Hester Peirce, comisionada de la SEC, tiene como objetivo proporcionar más claridad sobre qué criptomonedas deben clasificarse como valores financieros. Uno de sus propósitos es priorizar la clasificación de ciertos tokens como «no valores», lo que podría aliviar la incertidumbre que ha generado el enfoque regulatorio previo.
Este movimiento forma parte de los esfuerzos para proporcionar marcos regulatorios más claros y justos para las criptomonedas, lo que podría beneficiar tanto a las empresas del sector como a los inversores al ofrecer directrices más consistentes y menos ambiguas.
Este período de suspensión podría permitir que ambas partes evalúen el progreso del grupo de trabajo y determinen si una extensión de la suspensión es necesaria al final de los 60 días.