El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), impuso sanciones a dos ciudadanos chinos, Lu Huaying y Zhang Jian, y a la empresa fachada Green Alpine Trading, por su participación en una red ilícita de lavado de criptomonedas en apoyo de Corea del Norte (RPDC). Esta red era supervisada por Sim Hyon Sop, un representante bancario norcoreano ya sancionado.
Red ilícita y actividades delictivas
La empresa Green Alpine Trading, ubicada en los Emiratos Árabes Unidos, se ha identificado como un componente clave de esta operación. Según el Tesoro, la red facilitó actividades financieras ilícitas para la RPDC, incluyendo:
- Trabajos informáticos fraudulentos.
- Robos de activos digitales.
- Lavado de dinero.
Estas acciones respaldan los programas ilegales de armas de destrucción masiva y misiles balísticos de Corea del Norte, un patrón recurrente en las actividades cibernéticas del país.
Ciberataques norcoreanos y el Grupo Lazarus
Los grupos de piratas informáticos apoyados por el Estado norcoreano, como el infame Grupo Lazarus, han estado detrás de algunos de los mayores ataques al sector criptográfico. Entre ellos destaca el ataque de $600 millones a la cadena lateral Ronin Ethereum en 2022.
- Tácticas de los hackers:
Lazarus y otros grupos suelen disfrazarse de reclutadores o ejecutivos de alto nivel para engañar a las víctimas. Por ejemplo, se sabe que un hacker se hizo pasar por miembro de Fenbushi Capital, una empresa china de gestión de activos blockchain, para dirigir a los usuarios de LinkedIn a enlaces maliciosos.
El impacto en las finanzas de Corea del Norte
Los grupos de hackers respaldados por el gobierno norcoreano generan aproximadamente el 50% de las reservas en moneda extranjera del país, según un informe del Consejo de Seguridad de la ONU. Una parte significativa de estos fondos se destina a programas armamentísticos.
Respuesta de Estados Unidos
La acción del Tesoro subraya el compromiso de EE. UU. de combatir el uso de criptomonedas para financiar actividades ilícitas. Las sanciones no solo buscan interrumpir esta red, sino también enviar un mensaje claro sobre las consecuencias de facilitar tales actividades.
Estas medidas reflejan un esfuerzo internacional continuo para frenar el uso de criptomonedas en actividades ilegales que ponen en riesgo la seguridad global.