La adopción del bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador, que se convirtió en la principal apuesta económica del presidente Nayib Bukele, cumple un año sin que se hayan materializado la mayoría de expectativas generadas y con criticas de opacidad.
Con la aprobación y entrada en vigor de la Ley Bitcóin, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en tenerla como moneda, así como en una especie de laboratorio de los criptoactivos.
Las apuestas del Ejecutivo de Bukele, que no presentó ningún plan oficial o política pública, se centraron en la adopción masiva del bitcóin, la obtención de ganancias con la compra de la criptomoneda con fondos estatales, la atracción de inversión y un ahorro millonario de comisiones para la remesas.
El mandatario, que desde su cuenta de Twitter ha promovido el uso del bitcóin y ha defendido su apuesta por el criptoactivo, lleva más de dos meses sin referirse al tema.
El silencio presidencial sobre el bitcóin, al menos en las redes sociales de Bukele, viene desde el 30 de junio pasado, cuando anunció la compra de 80 monedas con recursos estatales, y ha venido acompañado de una pronunciada caída de su valor.
UN AÑO DE «OPACIDAD»
En estos 12 meses, el Gobierno supuestamente compró 2.381 bitcoines, por valor superior a 100 millones de dólares; lanzó una billetera digital para entregar un bono a sus usuarios, anunció la construcción de «Bitcóin City» y la colocación de 1.000 millones en bonos respaldados por la criptomoneda, pero de casi todo esto la información es secreta, más allá de los tuits de Bukele.
Para el economista José Luis Magaña, este año se ha visto marcado por la «opacidad» y la falta de una política clara.
«Todo lo que ha estado vinculándose alrededor de la implementación de la Ley Bitcóin ha estado lleno de opacidad, hay muchas incógnitas que, a un año de entrar en vigencia la ley, todavía las desconocemos como sociedad civil», lamentó a Efe.
Magaña señaló también que «el Gobierno todavía no ha sido capaz de decir claramente cuáles son los objetivos que perseguía al implementar esta ley».
Indicó que, ante la ausencia de objetivos, «es muy difícil poder evaluar, poder decir si ha tenido éxito o no».
Entre la información reservada por instancias estatales está el monto desembolsado de un fondo de 150 millones para comprar bitcóin o la entrega de un bono mediante la billetera gubernamental, entre otros.
SIN IMPACTO EN LA ECONOMÍA
Para el experto la adopción del criptoactivo no ha impulsado la economía salvadoreña, dado que el Banco Central de Reserva (BCR) anunció que el país registrará al cierre del 2022 un crecimiento económico del 2,3 %, tasa que está en el rango registrado «desde hace décadas y antes de la pandemia».
El Salvador tuvo en 2021 un crecimiento del 10,3 %, tras reabrir su economía después del cierre por la pandemia de la covid-19.
Según Magaña, «no hay un motor diferenciador» que dé la «pauta para ver un cambio estructural en la economía» del país centroamericano.
POCOS PAGOS CON BITCÓIN EN COMERCIOS
En el centro de San Salvador, que se caracteriza por su alto movimiento comercial, son pocos los pagos en bitcóin en los establecimientos.
Algunos comerciantes informales o ambulantes consultados por Efe no reciben pagos en bitcóin y «no les interesa» hacerlo, en comercios formales es un «poco más frecuente» la compra con la criptomoneda.
Wilfredo Mendoza, encargado de una cafetería, dijo a Efe que «es totalmente mínimo» el pago con bitcóin en el establecimiento y que «son raras las personas que consumen (y pagan) por medio de la aplicación», en referencia a la billetera gubernamental.
«Algunos extranjeros sí vienen a pagar en bitcóin, pero en clientes nacionales es menos (el pago). Del total, del 100 % de los clientes, el 0,05 % es (pago) en bitcóin», comentó.
Por su parte, una comerciante de joyería señaló a Efe que la frecuencia del uso del criptoactivo «es variante» en el negocio en el que trabaja, que comenzó a aceptar la criptomoneda con la entrada en vigor de la ley.
«Es variante (el pago con bitcóin). Hay días que no se cobra con bitcóin, pero de repente sí», añadió.
La afluencia de personas en los cajeros bitcóin es poca y unos ciudadanos consultados por Efe dijeron no usar la billetera gubernamental, aunque la tienen descargada en sus teléfonos.
Otros aseguraron que solo descargaron la aplicación de la billetera para cobrar los 30 dólares que el Gobierno otorgó como bono para incentivar el uso del criptoactivo.
INVERSIÓN E INCLUSIÓN FINANCIERA
El Gobierno y los diputados del Congreso, dominado por el oficialismo, aseguraron que el proyecto del bitcóin mejoraría con una mayor inversión e inclusión financiera.
Respecto a la inclusión financiera, Magaña recordó que en julio pasado el Bureau of Economic Research publicó una investigación que plantea que, únicamente, el 20 % de la población usa la billetera gubernamental, llamada Chivo Wallet, después de cobrar el bono.
Según publicaciones de Bukele en Twitter, son más de 4 millones las descargas de esta aplicación, en la que también se registraron suplantaciones de identidades.
«El 80 % de la población que descargó la Chivo Wallet no la volvió a tocar», por lo que «no ha tenido mayor impacto», consideró el economista.
Sobre la atracción de inversión, Magaña subrayó que los datos del BCR apuntan a que «todos esos flujos que supuestamente iban a venir de la inversión extranjera (…) no se ven reflejados».