Tras las caídas vividas de nuevo ayer en el mercado de criptomonedas, hoy rebotan algunas de ellas con bitcoin y ethereum entre ellas. Bitcoin luchando por estar por encima de los 30.000 y ethereum de nuevo por debajo de los 2.000 dólares.
Donde continúan las caídas es en Solana, tras sufrir su blockchain su segunda interrupción en el último mes. Los validadores de la red no procesaron nuevos bloques durante varias horas. Las aplicaciones construidas sobre la cadena de bloques de Solana quedaron fuera de servicio.
Entre las noticias, el Banco de Inglaterra ha anunciado que intervendrá para supervisar el colapso de las stablecoins si deciden que un emisor de las mismas ha alcanzado el fracaso a escala sistémica.
En el caso de Corea del Sur han anunciado que tienen la intención de crear un Comité de Activos Digitales interno tras el colapso del ecosistema Terra.
Por su parte, Binance Labs, la unidad de capital riesgo e incubación de Binance, ha completado una ronda de financiación de 500 millones de dólares.
Al parecer los fondos se reunieron a partir de una lista de inversores institucionales líderes a nivel mundial, entre los que se encuentran Breyer Capital, DST Global partners, así como grandes patrimonios privados, oficinas familiares y corporaciones que contribuyeron al fondo como socios limitados.
También Goldman Sachs está discutiendo la integración de su negocio de derivados en FTX, ya que el intercambiador de criptomonedas está buscando la aprobación de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas para actuar como un intercambiador y como un intermediario entre las partes en las operaciones de derivados apalancados.
Y KeyZell es la primera biotecnológica en realizar una Token Generation Event (TGE) a través del proyecto K2Z Utility Token, cuya emisión máxima será de 2.000 millones de tokens y 200.000 NFTs para desarrollar inteligencia artificial contra el cáncer. Su objetivo es conseguir un diagnóstico de tratamiento personalizado contra el cáncer.
Por último, las empresas de criptomonedas han ayudado a impulsar los ingresos de patrocinio de la NBA hasta un récord de 1.600 millones de dólares en la temporada 2021-22.