El impacto medioambiental es la alteración o modificación que causa una acción humana sobre el medio ambiente.
Existen diferentes tipos de impacto medioambiental entre los que encontramos:
La mayor parte de la energía utilizada en los diferentes países proviene del petróleo y del gas natural.
Desde entonces, se han tomado previsiones técnicas y legales a nivel internacional para evitar o disminuir la ocurrencia de estos problemas.
Los derrames de petróleo en los mares, ríos y lagos producen contaminación ambiental, la que se refleja en daños a la fauna marina, aves, vegetación y aguas.
Otra de las fuentes alternativas de energía desarrollada es la radioactiva, que genera muchos desechos o contaminantes radioactivos provenientes de las reacciones nucleares.
Efectos económicos. Aunque los efectos económicos suelen ser positivos desde el punto de vista de quienes los promueven
Efectos sociales. Alteraciones de los esquemas previos de relaciones sociales y de los valores, que vuelven obsoletas las instituciones previamente existentes.
También, efectos culturales. Suelen ser negativos, por ejemplo, la destrucción de yacimientos arqueológicos por las obras públicas, o la inmersión de monumentos y otros bienes culturales por los embalses.
Asimismo, los efectos tecnológicos, innovaciones económicas, pueden forzar cambios técnicos.
Además, los efectos sobre la salud. En la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, la migración de la población del campo a las ciudades, activamente promovida por cambios legales, condujo a condiciones de existencia infrahumanas y expectativas de vida muy bajas.
La degradación del medio ambiente incide en la competitividad del sector productivo a través de varias vertientes, entre otras:
Los mineros de criptomonedas son los encargados de producir el código hash, el cual se obtiene usando un software creado especialmente para poder sortear problemas criptográficos.
La dependencia energética para producir monedas afecta directamente al medio ambiente y al ecosistema eléctrico tradicional.
Se estima que actualmente el gasto eléctrico en minería de bitcoin supera al de países como Dinamarca, Bulgaria y Bielorrusia.