La innovación tecnológica consiste en crear un producto, servicio o proceso cuyas características sean significativamente mejores que los anteriores.
Hay varios tipos de innovación que pueden aplicarse en el día a día de la empresa para impulsar los resultados, cada uno con su propio objetivo.
La innovación tecnológica tiene el objetivo de hacer la vida del ser humano más práctica y sencilla al ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo.
Debido a estos avances, los procesos de las empresas han evolucionado y han permitido innovación en diferentes campos, los cuales repercuten en nuestro día a día.
Entre ellos encontramos:
Una herramienta que nos permite conectarnos a internet sin usar cables, cuestión que representó un verdadero dolor de cabeza para quienes vivieron en la época de los años 90.
Actualmente, más de 4.000 millones de personas a nivel mundial tienen acceso a internet y gran parte de ellas, lo obtienen por medio de wifi.
Se encuentran en todo tipo de dispositivos tecnológicos, ya sea en nuestro smartphone, ordenadores… En la actualidad, más de 6,000 millones de personas en el mundo emplean teléfonos inteligentes. En este sentido, cada día son más los usuarios que optan por los ordenadores con pantallas táctiles.
Sus beneficios son innumerables, entre ellos destacan las comunicaciones más rápidas y de mejor calidad, además del acceso a información multimedia en tiempo real y los riesgos menores de saturar la red, entre otros.
La IA es la sigla de Inteligencia Artificial, que es un programa de computación diseñado para realizar determinadas operaciones que se consideran propias de la inteligencia humana.
En 1942 se establecieron en un relato llamado “El círculo vicioso” las tres leyes de la robótica.
La primera Ley:
Un robot no hará daño a un ser humano ni, permitirá que un ser humano sufra daño.
La segunda Ley:
Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
La tercera Ley:
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera ley.