El prestamista de criptomonedas Voyager Digital comunicó el pasado lunes que la bolsa de criptomonedas FTX ha ganado la subasta por sus activos tras declararse en quiebra.
La oferta de FTX comprende el valor justo de mercado de todas las criptodivisas de Voyager, en una fecha aún por determinar, que se fija en unos 1.310 millones de dólares a los precios actuales del mercado y un valor adicional de 111 millones de dólares, dijo Voyager en un comunicado.
FTX ya había realizado una propuesta de rescate a Voyager Digital a inicios de este año. Si bien esa primera oferta fue rechazada, finalmente ha ganado sus activos en una oferta de 1.420 millones de dólares en la subasta.
La empresa añadió que sus reclamaciones contra el fondo de cobertura Three Arrows Capital permanecerán en la masa patrimonial de la quiebra, que distribuirá cualquier recuperación disponible sobre dichas reclamaciones a los acreedores.
Voyager emitió en junio una notificación de impago al fondo de cobertura con sede en Singapur, por no haber realizado los pagos requeridos de un préstamo de 15.250 bitcoins.
En julio, la empresa rechazó una propuesta de FTX, fundada por el multimillonario Sam Bankman-Fried, por considerarla una «oferta a la baja disfrazada de rescate» y alegó que el plan interrumpiría su proceso de quiebra.
Bankman-Fried ha estado lanzando salvavidas para apuntalar empresas en un sector de activos digitales tambaleante, adquiriendo agresivamente activos, tecnologías y clientes de empresas de criptografía en dificultades a valoraciones baratas.
FTX reveló en julio una participación del 7,6% en Robinhood Markets Inc. y entregó al prestamista de criptomonedas estadounidense BlockFi una línea de crédito renovable de 250 millones de dólares en junio, junto con un acuerdo que daba a FTX el derecho a comprarla en función de ciertos desencadenantes de rendimiento.
Los prestamistas de criptomonedas, incluido Voyager, tuvieron un gran auge durante la pandemia de la COVID-19, atrayendo a los depositantes con altos tipos de interés y un fácil acceso a préstamos que raramente ofrecen los bancos tradicionales. Sin embargo, la caída de los mercados de criptomonedas ha perjudicado a las empresas de criptomonedas y a los inversores.
En su declaración de bancarrota bajo el Capítulo 11 en julio, Voyager estimó que tenía más de 100.000 acreedores y entre 1.000 y 10.000 millones de dólares en activos, así como pasivos por el mismo valor.
