Por beincrypto
Una nueva encuesta realizada por Laser Digital sugiere que los inversores institucionales están listos para invertir en criptomonedas como parte de su estrategia de cartera. La encuesta muestra una abrumadora apertura a la tecnología. Sin embargo, también revela obstáculos para la adopción de criptomonedas. Algunos inversores no están dispuestos a dar el salto sin el apoyo de los grandes patrocinadores de las finanzas tradicionales.
Según la encuesta, el 96% de los encuestados ven los activos digitales como una oportunidad para diversificar sus inversiones, junto con las clases de activos tradicionales como renta fija, efectivo, acciones y materias primas.
Y el 45% dijo que sus tenencias de activos digitales estarán entre el 5% y el 10% en los próximos tres años. Solo el 0,5% dice que no figurará en absoluto.
Inversores institucionales que confían en las criptomonedas
Sin embargo, alrededor del 90% dijo que es importante contar con el respaldo de una gran institución financiera tradicional (TradFi) para cualquier fondo de activos digitales o vehículo de inversión antes de considerar entregar su dinero.
Los hallazgos demuestran cuán dependiente es la inversión cripto en grandes gigantes financieros como bancos, fondos de pensiones y seguros. Así como una reticencia por parte de los inversores institucionales a adquirir productos similares en finanzas descentralizadas (DeFi).
Por supuesto, la liquidez en DeFi sigue siendo mucho menor que en las finanzas tradicionales. A partir de mayo de 2023, el valor total bloqueado (TVL), la cantidad total de activos bloqueados en protocolos financieros descentralizados, fue de 79,16 mil millones de dólares.
Una disminución del 4,3% respecto al mes anterior, según DappRadar. Mientras que los oferentes de productos de inversión tradicionales tienen muchos billones bajo gestión.
Permanecen las Barreras Legales
La encuesta también encontró que más del 76% de los encuestados cree que las restricciones legales o reglamentarias pueden disuadir cualquier inversión en productos relacionados con activos digitales. Una conclusión que no sorprende, considerando las disputas regulatorias en muchas jurisdicciones.
