La multinacional de vehículos eléctricos Tesla comunicó este lunes al regulador bursátil de EEUU que Elon Musk tiene a partir de ahora el título de «Technoking» y que el jefe financiero, Zack Kirkhorn, ocupa el cargo de «Master of Coin» o «Consejero de la Moneda», en posible deferencia a la serie Juego de Tronos.
«Siendo efectivo desde el 15 de marzo, los títulos de Elon Musk y Zach Kirkhorn han cambiado a Technoking (algo así como Tecnorey en español) y Consejero de la Moneda, respectivamente», indica la comunicación presentado hoy a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC).
Tesla matiza en la comunicación a la SEC que Musk mantendrá su rol de consejero delegado de la multinacional y que Kirkhorn seguirá siendo a todos los efectos el responsable financiero para evitar dudas sobre sus atribuciones.
El excéntrico Musk ha llevado un nivel más allá la afición de Silicon Valley por adoptar nombres para cargos que se salen de la ortodoxia empresarial como «ninja», «jedi» o «consejero de felicidad» o «futurista jefe».
Musk, «Technoking de Tesla» y una de las personas más ricas del mundo, sigue manteniendo su actitud irreverente, muy del gusto de sus seguidores en las redes sociales, pese a que en el pasado su manera de expresarse en las redes sociales le costó una multa de 20 millones de dólares de la SEC y su puesto de presidente del consejo de administración.
En 2018, Musk acordó pagar a la SEC una multa de 20 millones de dólares, el equivalente de una multa de tráfico para una fortuna como la que se le calcula, por tuitear afirmaciones que no resultaron rigurosas sobre Tesla, al tiempo que tuvo que abandonar su cargo de presidente del consejo de administración, pero mantuvo el de consejero delegado.
Atendiendo al sentido del humor de Musk, el periódico económico The Wall Street Journal especula que el nuevo título de Kirkhorn es un guiño a las criptomonedas, después de que Tesla anunciara a comienzos de año una inversión de 1.500 millones de dólares en bitcoin y que aceptará la criptodivisa como método de pago.
Tesla, que el año pasado vio el valor de su acción dispararse un 700 %, no parece tener un horizonte tan halagüeño este año, en el que sus título se mantienen sin mejoras, al tiempo que otros gigantes de la automoción comienzan a posicionarse en el mercado del vehículo eléctrico con fuerza.