Ripple lanzó la semana pasada una plataforma de CBDC y stablecoins. Una plataforma para que bancos centrales, gobiernos e instituciones financieras puedan construir en ella monedas digitales centralizadas.
Además, ayudarán a la República de Palaos, un pequeño archipiélago en Oceanía de unos 20.000 habitantes, a crear su divisa digital y centralizada.
Es interesante ir siguiendo la actualidad de las CBDC, porque son una consecuencia directa del miedo que puede dar a países y bancos centrales las criptomonedas. Las CBDC son una respuesta del sistema. Pero a la vez también es una muestra de las posibilidades que ofrece la tecnología blockchain.
Tienen, como puntos positivos, la capacidad de contrarrestar actividades financieras ilegales como el blanqueo de capitales, podrían proporcionar transacciones mucho más rápidas y baratas, podría suponer un respiro para poblaciones desbancarizadas… Pero también son un arma de doble filo. Los contras son la posibilidad de que los gobiernos tengan un control brutal sobre su ciudadanía, y además podría darse el caso de un fallo en el sistema si los bancos centrales cometen errores.
Sobre estos peligros y sobre las diferencias entre CBDC y criptodivisas, hemos escuchado en Radio Intereconomía a Joaquin Matinero, Abogado bancario-financiero y blockchain de RocaJunyent.
Debate abierto sobre CBDC en todo el mundo
Existe de hecho, un debate muy intenso en el ecosistema cripto alrededor de este tema. Por ejemplo, el gobernador de Florida (EEUU), Ron DeSantis, ha promulgado una ley que restringe el uso del dólar digital u otras CBDC. También se han opuesto en EEUU los estados de Alabama, Luisiana, Carolina del Norte y Texas.
Actualmente, más de 100 países están explorando el tema de las CBDC. Más o menos la mitad se encuentran en fase de investigación y desarrollo, y hay 39 países que han puesto en marcha iniciativas piloto.
Emiratos Árabes Unidos, China, Singapur, India… Hay varios países que están ya poniéndose las pilas en la creación de CBDCs. Pero esto no sería posible sin el sector privado, sin empresas tecnológicas como R3, Bitt inc, Ripple (como ya hemos dicho) o IBM.
