La exdirectora legal de OneCoin en el banquillo
La exdirectora legal de OneCoin, un esquema de criptomonedas que defraudó a los inversores por un monto de USD 4,000 millones en 2015, ha admitido su culpabilidad ante el tribunal federal de Manhattan. Irinia Dilkinska, de 42 años, enfrenta cargos de fraude electrónico y lavado de dinero, y su declaración de culpabilidad fue aceptada por el juez del distrito de EE. UU., Edgardo Ramos, según un comunicado emitido por el Departamento de Justicia (DOJ) el 10 de noviembre.
La confesión de culpabilidad de Dilkinska destaca su participación en el esquema fraudulento de OneCoin, revelando así su papel clave en las actividades ilegales que llevaron a la estafa masiva. Este desarrollo legal refuerza los esfuerzos continuos para responsabilizar a los perpetradores de fraudes financieros, destacando la importancia de la justicia en casos relacionados con criptomonedas y el sector financiero en general.
Irina Dilkinska ha admitido su culpabilidad en un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y otro cargo de conspiración para cometer lavado de dinero. Estos cargos están asociados con una posible pena máxima de cinco años de prisión cada uno, según lo indicado en su declaración de culpabilidad ante el tribunal federal de Manhattan. En relación con este desarrollo legal, el fiscal de EE. UU., Damian Williams, comentó que Dilkinska, quien ostentaba el título de «responsable jurídica» de OneCoin, logró resultados totalmente opuestos a los esperados de su posición.
Revelaciones de lavado de dinero
Williams resaltó la ironía en el papel desempeñado por Dilkinska, señalando que su participación activa en el esquema de fraude electrónico y lavado de dinero contradice el propósito fundamental de su cargo.
«Dilkinska, como ha reconocido ahora, desempeñó un papel crucial en el proceso de lavado de millones de dólares provenientes de las ganancias ilícitas generadas por el esquema de mercadeo multinivel de OneCoin.»
Las acusaciones revelaron que, a pesar de ocupar el cargo de jefa de cumplimiento en OneCoin, Dilkinska tuvo un papel significativo en las operaciones de lavado de dinero asociadas al esquema fraudulento. En particular, se constató que facilitó la transferencia de la considerable suma de USD 110 millones, obtenidos de manera fraudulenta, hacia una entidad ubicada en las Islas Caimán.
Este descubrimiento pone de manifiesto la discrepancia entre el rol oficial de Dilkinska y sus acciones, resaltando la importancia de investigaciones detalladas para exponer la complicidad de los individuos en esquemas financieros fraudulentos.
La sentencia de Irina Dilkinska se llevará a cabo el 14 de febrero de 2024, y podría enfrentar una condena máxima de 10 años de prisión debido a su participación en el esquema de OneCoin. El Departamento de Justicia (DOJ) presentó los primeros cargos contra Dilkinska el 21 de marzo, imputándola con un cargo de fraude electrónico y otro de conspiración para cometer lavado de dinero.
Desafíos continuos para OneCoin y el sector financiero
OneCoin, establecida en 2014 por la denominada «Cryptoqueen» Ruja Ignatova y Karl Sebastian Greenwood, ha estado envuelta en un escándalo financiero que afectó a numerosos inversores. Karl Sebastian Greenwood ya ha sido condenado a 20 años de prisión por cargos relacionados con fraude y lavado de dinero, y se le ha ordenado pagar una restitución de USD 300 millones.
Este desarrollo legal subraya la seriedad de los delitos cometidos en el marco del esquema de OneCoin, mientras la justicia busca responsabilizar a aquellos que participaron en actividades fraudulentas y perjudicaron a los inversores.
A pesar de las revelaciones sobre la naturaleza fraudulenta de OneCoin en 2015, la figura central detrás del esquema, Ruja Ignatova, continúa en libertad. Su paradero se desconoce desde octubre de 2017, cuando desapareció tras un vuelo a Grecia, apenas 15 días después de que se emitiera una orden de arresto federal en su contra.
La exposición de OneCoin como un esquema fraudulento no impidió que generara más de USD 4,300 millones en ingresos. Entre el cuarto trimestre de 2014 y el cuarto trimestre de 2016, el esquema reportó ganancias cercanas a los USD 3,000 millones. Esta persistencia a pesar de las revelaciones subraya la complejidad y la duración de los esquemas fraudulentos, así como la necesidad continua de medidas regulatorias y de aplicación de la ley para abordar estos problemas en el ámbito financiero.
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