Día muy importante para la IA, no por un avance tecnológico como tal, sino por una llamada de auxilio. Samuel Altman, CEO de OpenAI (los que desarrollan ChatGPT), ha asistido al Congreso de EEUU y ha pedido una regulación para el sector de la IA y para su desarrollo.
No todo lo que ha explicado ha sido malo. De hecho, Altman, creador del ChatGPT ha comenzado hablando de usos maravillosos para las IAs, como la medicina, la lucha contra el cambio climático y otros impactos positivos para la humanidad.
Altman ha ofrecido una serie de propuestas entre las que están, por ejemplo, la creación de una agencia gubernamental que asigne licencias para desarrollar nuevos modelos de IA (con la capacidad de revocarla si no cumplen unos estándares).
También pide que la regulación tenga mecanismos para detectar peligros en las IAs, como que actúen de forma autónoma o que puedan ser manipulados por el exterior.
Hay puntos en los que ha coincidido claramente con los expertos de todo el mundo. Porque hay miedos que coinciden cada vez que se habla de IA o de ChatGPT: los puestos de trabajo, la manipulación, los discursos de odio…
“Mi peor miedo es que nosotros (la industria, el sector) causemos un daño significativo al mundo. Creo que puede ocurrir de diversas y diferentes maneras. Por eso empezamos la compañía y por eso estoy aquí hoy. Creo que si esta tecnología va mal, puede ir bastante mal y queremos informar sobre ello. Queremos trabajar con el Gobierno para prevenir estos potenciales peligros”…
Al menos parece estar tendiendo la mano al Gobierno… Y sobre esos miedos que decíamos:
“Es una de mis grandes preocupaciones: las habilidades de estos modelos para manipular, persuadir, para proporcionar desinformación interactiva. Creo que la gente es capaz de adaptarse con bastante rapidez. Cuando apareció Photoshop en la escena, hace mucho, al principio la gente podía ser engañada con imágenes con photoshop. Después, con bastante rapidez, la gente desarrolló un entendimiento de esas imágenes retocadas… Esto sería igual, pero con esteroides…”
Maravillosa comparación, la verdad. Como la época del Photoshop pero con esteroides. Este es uno de los miedos del sector. Cuando hemos hablado de ChatGPT en el programa siempre se ha nombrado el miedo a la manipulación y las fake news. Imagínense el caso del Brexit, cuando se difundieron una cantidad ingente de noticias falsas. El problema fue que cuando se conoció que eran falsas, ya era demasiado tarde… Imaginaros eso mismo pero con una IA por detrás amplificando todo ese ruido informativo.
El otro gran miedo: el trabajo
“ChatGPT destruirá trabajos, pero también creará nuevos. Así entiendo las revoluciones tecnológicas, nuestra calidad de vida aumenta y las máquinas y herramientas que creamos nos ayudan a vivir mejores vidas. Pero tenemos claro que esto tendrá un impacto en los trabajos, queremos ser claros. Esto va a requerir un trabajo conjunto entre la industria y el Gobierno. Pero soy muy optimista sobre el futuro”.
Al final el argumento es el mismo desde la revolución industrial: no puedes poner puertas al campo.
Como punto interesante de la persona de la que hablamos, vamos a escuchar este corte de voz.
“Estás haciendo un buen dinero (le pregunta un congresista). No (responde Altman), me pagan simplemente el seguro médico, no tengo sueldo. (el congresista responde) Necesitas un abogado o un agente… (y Altman termina diciendo) Hago esto porque lo amo.”
Tranquiiiiilos no sufráis por él… Sam Altman vendió su primera empresa con 20 años por 44 millones de dólares. Tenemos que empezar ya el programa, pero os recomiendo que veáis el currículum de este hombre, porque es muy interesante…